Los niños de Bolivia
Aurora Alés es una enfermera malagueña que trabaja durante el año en el psiquiátrico de las Hermanas Hospitalarias y, cuando llega su mes de vacaciones, se marcha a Bolivia, con los Hermanos Maristas; o a Guinea, con las Hermanas Hospitalarias,
para compartir su vida con los más pobres. En las tierras bolivianas, Aurora dedica la mayor parte del día a reforzar la tarea educativa de los niños, muchos de ellos parte de una familia desestructurada. Con actividades de desarrollo educativo y psicomotriz, y varios juegos educativos, ocupan la tarde de estos niños que son el futuro y el potencial para el desarrollo de su país. Durante los dos meses que duraba la experiencia misionera, el hogar de Aurora ysus compañeros era el almacén de trigo de una casa campesina, pero para muchos de aquellos niños era el único hogar que habían conocido. “Por las mañanas visitaba a las familias, atendía a los enfermos y compartía las tareas del campo y del hogar, como las mujeres de la zona; por las tardes comenzaba la tarea con los niños, y por las noches, tras la cena, comenzaban las clases de alfabetización para los adultos, para concluir la jornada con la celebración de la Palabra o la Eucaristía, si se encontraba allí el sacerdote”, recuerdaAurora. TODO COMENZÓ CON “GESTO” Aurora comenzó a sentir su llamada misionera con la lectura de la revista “Gesto”, una de las publicaciones de las Obras Misionales Pontificias y recuerda con cariño la llegada de esta jornada de la Infancia Misionera, para ella era una oportunidad más para recordar que la misión comenzaba ayudando a los que tenía más cerca y, así se prepararía por si algún día el Señor la llamaba a dar su vida entre los más pobres. “A veces, vivimos sin valorar lo que tenemos, las personas que nos rodean, el lugar donde hemos nacido ... y olvidamos dar gracias a Dios por ello”, afirma Aurora.
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